Buddha descubrió lo que acontece cuando no se interpreta la realidad de manera compulsiva.

La hermosura de lo espontáneo, la belleza del agua que nace, la maravilla de eso a lo que le hemos puesto el nombre de Vida manifiestan una misteriosa armonía.
Abismarse en esa armonía es una posibilidad real a la que muchos se entregan. Al experimentarla, Buddha descubrió por qué había sufrido, por qué sufrimos los humanos..., y lo contó.
Desde entonces hay variadas formas de recordar, compartir y mostrar aquel hecho; es lo que llamamos Buddhismo.
Este Rincón zen hablará de ello en el convencimiento de que no es necesario conocer todo lo que se ha dicho en tantas formas y por tantos maestros para comprender lo que Buddha descubrió, pero que sí es imprescindible evitar caer en las contradicciones que naturalmente ocurren con el paso del tiempo cuando lo inefable se cuenta, se interpreta y se convierte en una categoría; sobre todo cuando se cree que Buddha promete que habrá felicidad si sigues una serie de preceptos.
Con escritos, imágenes y acercamientos a lo poético, en Rincón zen se celebra la simplicidad con la que, en muchos momentos, el zen ha llegado a hacernos sensibles y a favorecer la comprensión de lo que, con palabras, no es posible.